¿Por qué fallan los discos duros?
Un disco duro es un dispositivo electromecánico que se encuentra instalado en los equipos de cómputo y cuya función es almacenar la información digital que genera una empresa u organización. Esta información pueden ser documentos, imágenes, grandes colecciones de datos, música o cualquier otro formato o archivo de almacenamiento digital existente a la fecha.
Los primeros discos duros aparecieron en el año de 1956 y son dispositivos muy complejos. Un disco duro está formado por discos metálicos colocados de manera concéntrica, de tal forma que tienen el mismo eje y todos giran a la vez. Estos discos son llamados platos, y en sus dos caras están las partículas magnéticas que se polarizan para almacenar un ‘1’ o un ‘0’ a través de pistas o circunferencias que recorren el disco. Un disco duro puede contener varios platos.
Cada disco duro contiene brazos que se mueven de forma lateral. Los brazos tienen en sus extremos un cabezal de lectura y un cabezal de escritura. El cabezal de escritura polariza la superficie del disco para escribir datos y el cabezal de lectura reconoce la polarización para leer los datos. Estos componentes están montados sobre una placa con la electrónica necesaria para controlar el movimiento coordinado de todos los elementos y de esta forma poder escribir o leer datos del disco.
Un disco duro puede fallar por razones mecánicas o por corrupción de las tablas lógicas de organización de la información, debido al alojamiento de un virus.
Algunas de las fallas mecánicas son las siguientes: Cambios agresivos en la temperatura del dispositivo, por fallas en los sistemas de ventilación del equipo de cómputo; Variaciones en la tensión eléctrica que dañan los circuitos electrónicos; Caídas, golpes o movimientos brucos del equipo mientras se encuentra operando; Fallos en el motor por exceso de humedad o corrosión y finalmente el tiempo de vida del dispositivo. En el caso de discos sólidos, las fallas también pueden ser por una fecha de caducidad marcada por el número de lecturas y escrituras.
Algunas de las fallas lógicas son las siguientes: la clásica pantalla “azul” de Windows que se produce por una mala comunicación entre software y hardware, o por un sobrecalentamiento de algún componente del sistema que genera un funcionamiento errático; Fallas en el firmware, que es un programa informático que establece la lógica de más bajo nivel que controla los circuitos electrónicos de un disco duro o de cualquier dispositivo; Un ataque de virus (malware) que borra, modifica o corrompe las tablas lógicas (particiones) de almacenamiento de la información, que tiene como consecuencia que el sistema intente acceder a archivos que ya no existen, o que no están en donde se supone deben estar.
Ante un entorno empresarial tan inquietante, en donde el “hardware no tiene palabra de honor” y el malware es ya una actividad comercial, la única forma real de proteger la información de una organización, es contar con un servicio profesional de respaldo y recuperación de información.
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